Salud Mental y manejo de las emociones en los jóvenes en República Dominicana


 Hablar de salud mental en los jóvenes dominicanos ya no es un lujo, es una necesidad. Y es que, aunque muchas veces se piense que estar bien mentalmente significa “no estar loco” o “no tener depresión”, la realidad va mucho más allá. La salud mental tiene que ver con cómo manejamos el estrés, cómo expresamos nuestras emociones y cómo enfrentamos los problemas del día a día.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como un estado de bienestar donde la persona reconoce sus capacidades, puede trabajar, estudiar, convivir con otros y aportar a su comunidad. Sin embargo, en nuestro país todavía existen muchas creencias erróneas y estigmas sobre este tema. Expresiones como “eso de la ansiedad es cosa de débiles” o “la depresión se quita pensando positivo” muestran que falta mucha educación emocional en nuestra sociedad.

¿Qué está pasando con nuestros jóvenes?

El panorama es preocupante, ya que, según la OMS, 1 de cada 7 adolescentes entre 10 y 19 años tiene algún trastorno mental. En República Dominicana, se percibe un incremento preocupante en los casos de suicidio entre los jóvenes adultos de 20 a 34 años, con un promedio de 173 casos anuales. Además, se ha identificado que el 59.52% de los suicidios en personas con edad de 6 a 65 años (o más), estuvieron relacionados con la depresión y otros problemas de salud mental, según datos de la Oficina Nacional de Estadística, en los años 2019-2023.

Hoy en día, nuestros jóvenes viven bajo mucha presión. Se preocupan por el futuro, sienten estrés por no cumplir con las expectativas sociales, y muchos se frustran por la falta de oportunidades, sobre todo laborales. A eso se suman situaciones como factores de riesgo que influyen en la salud mental de los jóvenes, especialmente como la violencia intrafamiliar, antecedentes familiares de trastornos mentales, problemas económicos y el uso excesivo de tecnología y redes sociales.

Redes sociales: ¿aliadas o enemigas?

El uso excesivo del celular y las redes sociales está afectando significativamente la salud emocional de muchos jóvenes. Estar todo el tiempo viendo vidas “perfectas” en Instagram o TikTok genera ansiedad, baja autoestima y una necesidad constante de validación. Muchos no se sienten suficientes si no reciben likes o comentarios positivos. La exposición excesiva de estas plataformas puede convertirse en un factor de distracción, dificultando la concentración en tareas académicas o laborales y disminuyendo la productividad general, en especial su capacidad para gestionar sus emociones.

Esto, con el tiempo, puede llevar a tristeza, aislamiento y hasta depresión. Por eso es importante establecer límites con la tecnología. No se trata de eliminar las redes, sino de aprender a usarlas con conciencia. Buscar momentos sin pantallas, dormir bien, compartir con amigos en persona, salir al parque, hacer ejercicio, leer o simplemente descansar.

Cuidarse no es egoísmo, es una forma de sobrevivir

El autocuidado es clave para procurar un balance entre el bienestar físico y emocional. Por eso, es importante gestionar las emociones, sobre todo, identificarlas y aceptarlas, practicando la autorreflexión, aplicar técnicas de respiración-relajación, y establecer límites emocionales. Además, la resiliencia es clave para superar adversidades y adaptarse a situaciones difíciles.

Muchos jóvenes dominicanos están demostrando que sí se puede hablar de salud mental con valentía, sin vergüenza y con autenticidad, convirtiéndose en ejemplo de superación emocional. Personas como Marileidy Paulino, quienes han hablado abiertamente sobre sus momentos difíciles, nos enseñan que pedir ayuda, tener fe, tener propósito y rodearse de apoyo puede marcar la diferencia. También desde las redes sociales, influencers como Nicole Cid y El Panda Que Anda (Starling Aquino), han logrado a través de su Podcast conectar con miles de jóvenes al hablar sin filtros sobre autoestima, ansiedad, relaciones tóxicas y la importancia de ir al psicólogo. El mismo caso de Santiago Matías (Alofoke), aunque desde un enfoque distinto, han abierto espacios de conversación con profesionales de la salud mental en plataformas digitales masivas, contribuyendo a romper estigmas o Carlos Durán, otro influencer que ha abierto temas sensibles desde su plataforma, incluyendo salud mental.

¿Qué podemos hacer?

A pesar de estos retos, existen factores que pueden fortalecer la salud mental, como el apoyo familiar, redes de apoyo social, hábitos saludables como una alimentación balanceada, realizar actividad física, descansar lo suficiente, establecer límites en el uso de las redes sociales y priorizar interacciones cara a cara, dedicarle tiempo a la organización y buscar un equilibrio entre el trabajo y descanso, realizando actividades recreativas.

Cuidar de nuestro cuerpo, dormir bien, alimentarse de manera saludable, hablar sobre lo que se siente, pedir ayuda cuando se necesita no es señal de debilidad, es de valentía. La salud mental no se ve, pero se siente, y cuando no se está bien, afecta todo lo demás: relaciones, estudios y trabajo.

¿Qué puede hacer la sociedad?

  • Escuchar a los jóvenes sin juzgarlos.
  • Promover espacios seguros donde puedan expresarse.
  • Sensibilizar y capacitar a maestros, padres y líderes comunitarios sobre los factores de riesgo y
  • protectores de la salud emocional en los jóvenes.
  • Hablar más del tema en las escuelas, iglesias, universidades, medios de comunicación, redes sociales y sectores comunitarios.
  • Fortalecer los servicios de salud mental pública y comunitaria.
  • En definitiva, cuidar la salud mental de nuestros jóvenes es cuidar el futuro del país. No podemos seguir ignorando un problema que crece en silencio. Apostemos por una juventud más sana emocionalmente, más consciente de sus emociones y más fuerte para enfrentar la vida.

    Escrito de manera colectiva por:

    Caren M. De La Cruz Batista, Darianny Peguero Guzmán, Dionilsa Toribio Polanco, Dolphi Marie Bastardo Heredia, Eric E. Bonilla Taveras, Justin Then Then, Jéssyca Sánchez Estévez, Kerla Paredes Genao, Laysha De Moya Pacheco, Lidianny Lora Reynoso, Lucía Michelly Regalado De León, Nashla de Moya Peña, Melissa Veloz ALmanzar, Raysa Isneyda Javier Alvarado, Rubianny De Jesús Guzmán, Yanelsi Javier María, Yufraily Yissel Hernández Mejía estudiantes de la asignatura Salud Mental Comunitaria de la Docente de la Escuela de Psicología, Jarilyn Javier Villa, Universidad Católica Nordestana (UCNE).

    Fuente: El Jaya

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